La ligereza con que las comisiones de Ética en el Senado y la Cámara de Representantes han respondido ante actuaciones irregulares atribuidas al senador popular Albert Torres Berríos y a la representante del Movimiento Victoria Ciudadana, Mariana Nogales, apunta a una cultura de complicidad y autoprotección legislativa que tiene que ser extirpada de todas las instituciones de gobierno en Puerto Rico.
Source: elnuevodia.com
Be First to Comment