Los escandalosos eventos relacionados con actos de corrupción, en algunos casos imputados a funcionarios electos de los dos partidos que se han turnado el poder gubernamental por décadas, y en otros admitidos, envían un sólido mensaje de que Puerto Rico tiene que tomar pasos afirmativos para recobrar la confianza en sus instituciones políticas.
Source: elnuevodia.com
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