Nuestros labios no solo están continuamente expuestos a agentes medioambientales que favorecen la rápida pérdida de agua en su piel, ocasionando su sequedad, sino que además tienen características epidérmicas diferentes a las del resto del rostro, por lo que son más susceptibles a sufrir grietas y pequeños cortes, que suelen ser muy molestosos y a veces dolorosos.
Source: elnuevodia.com
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