De él se ha dicho de todo; que dejó su carrera de abogado por la fiesta y la poesía; que traicionó su escritura para complacer las frivolidades poéticas de la aristocracia; o que era un adúltero confeso, pero a Ovidio jamás se le ocurrió minimizar una violación sexual como lo hizo la senadora Joanne Rodríguez Veve.
Source: elnuevodia.com
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