El mero asomo de alguna amenaza de violencia armada en cualquiera de nuestros planteles tiene que mover de inmediato a las comunidades escolares, así como a las autoridades policiacas locales y federales, a evitar el suceso, y a impartir sin titubeo los castigos que correspondiesen para aleccionar a toda la sociedad.
Source: elnuevodia.com
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