El drama haitiano, un pueblo caribeño con el que nos hemos identificado tantas veces, tiene en estos momentos al menos dos terribles vertientes: por un lado, la de los que mal viven en un país devastado, donde el crimen ha destruido a las instituciones, y, por el otro, la de aquellos que llegaron a la frontera entre México y Estados Unidos, víctimas de toda clase de vejaciones.
Source: elnuevodia.com
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