La catástrofe que ha significado en términos físicos y estructurales el huracán Fiona, con el agravante de la crisis del sistema eléctrico y de agua potable, ha dejado al desnudo una dimensión muy cruda de esta nueva tragedia: la precariedad del sistema de prevención y atención de la salud mental de los puertorriqueños.
Source: elnuevodia.com
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