A comienzos del pasado siglo, cuando se debatió en el Congreso otorgar la ciudadanía a los habitantes de la recién adquirida Isla de Puerto Rico, un racista y recalcitrante legislador sureño dijo que, “primero se logra un ciudadano de la oreja de un cerdo que de un puertorriqueño”.
Source: elnuevodia.com
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